La Mansión de Ramazan Bey

Hay gran agitación en la mansión debido a la visita de un importante invitado. Todos los preparativos fracasarán y la gota que derramará el vaso será la aparición de Ramazan Bey, dueño de la mansión, quien no ha estado en el país por 25 años.

Encontrándose desprevenidos para Ramadán, los miembros de la familia Yılmaz tienen que improvisar el primer «sahur» de alguna forma. Con la idea de sorprender a Ramazan Bey, Havva se esmera en la preparación de una buena cena para romper el ayuno.

Debido a la falta de pago, se corta la electricidad en la mansión, por lo que la familia Yılmaz planea realizar un espectáculo de títeres de sombras para no pasar vergüenza.

Ramazan Bey quiere organizar una cena para romper el ayuno en la mansión y llama a sus viejos amigos, pero no logra comunicarse con ninguno de ellos. Entonces, les pide a los miembros de la familia Yılmaz que inviten a sus propios conocidos.

Cengiz necesita encontrar un imam para que haga la oración del Tarawih en la mansión por la noche, y consigue a uno famoso por sus oraciones rápidas.

La oración del hodja que reza en la Muqabala de la mansión coincide con un momento en el que nadie puede decir mentiras.

Berkecan quiere grabar un video de un ritual para publicarlo en internet. Con la ayuda de Dürdane, intentan invocar al fantasma de İbrahim Refik Bey.

Taceddin lleva a Dürdane a un restaurante elegante para cenar solos y confesarle su amor, pero toda la familia acaba junta en el lugar.

En un intento por ganar dinero, Cengiz organiza una competencia entre albañiles en una cafetería local... pero las cosas se salen de control.

Luego de muchos años, Ramazan Bey encuentra la armónica de su infancia y empieza a tocarla, pero se entristece cuando la familia hace intentos por no oírlo.